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El Gobernador bonaerense hará un encuentro en San Vicente con la intención de construir liderazgo hacia adentro y para afuera. Cuestionamientos de La Cámpora y recelo del massismo. Se busca mostrar federalismo, con intendentes y gobernadores invitados.
01 de julio 2024, 05:29hs
El peronismo no termina de asimilar la derrota del 2023. Sin embargo, ya empieza a mirar en las legislativas de 2025, un paso fundamental para consolidar poder hacia las presidenciales de 2027. Una de las figuras centrales de este espacio es el gobernador bonaerense, Axel Kicillof.
Entre sus méritos, se anotan la reelección en la provincia de Buenos Aires como principal carta de presentación. Pero también se colocó como uno de los principales opositores al presidente Javier Milei. Sin chances de un nuevo mandato, el escalón que podría seguir es competir por la Casa Rosada, aunque él y su entorno aseguren estar enfocados en la gestión.
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En este sentido, este lunes habrá un acto en San Vicente, que será encabezado por Kicillof. La excusa es un nuevo aniversario de la muerte de Juan Domingo Perón, pero busca mostrar músculo y alineamiento detrás de su figura. Para ello fueron invitados todos los sectores del peronismo, según confiaron desde el entorno del Gobernador a TN. “Están invitados todos los presidentes del PJ de todas las provincias, incluido el de Buenos Aires”, señalaron en referencia al líder de La Cámpora, Máximo Kirchner. Parece que Máximo podría asistir.
La nueva demostración de fuerza del mandatario bonaerense ocurre en medio de una interna que no es novedad, pero que se reavivó días atrás por un acto del entorno de Kicillof en tierras camporistas. En el fondo, la discusión es sobre quién toma la delantera en la carrera por la elección legislativa del 2025.
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El escenario actual tiene, a priori, dos liderazgos marcados en la provincia, pero que también buscan posicionarse a nivel nacional: el Gobernador, por un lado, y Máximo Kirchner, por el otro. Desde hace tiempo, la comunicación entre ellos está cortada. Pese a esto, ambos dieron señales de querer bajar el tono de las controversias. Y Kicillof busca la foto con todos.
Pero uno y otro quieren tener el control -y sobre todo el poder- sobre lo que viene: el armado de listas para el 2025. Y ahí entran en juego los que respaldan a uno y a otro, ya que esa facultad puede influir en las listas locales. Por eso será importante la asistencia de los intendentes al acto.
Otros asistentes importantes serán los gobernadores. La apuesta de Kicillof es construir un espacio que trascienda a la provincia de Buenos Aires, con respaldo de los demás mandatarios. El mensaje es claro y el último antecedente electoral lo reafirma: solo con el territorio bonaerense no alcanza para ganar.
Parte del enojo de La Cámpora tiene que ver con esta decisión de “jugar” en 2027 y no haberlo hecho el año pasado, cuando ese era el plan de Máximo. Kicillof se negó y prefirió asegurar la provincia. Ahora, la historia es diferente, ya que no tiene posibilidad de reelegir y la coyuntura -y su armado político- lo empujan a hacerlo.
El armado “federal” de Kicillof
Los movimientos políticos del mandatario bonaerense inquietan a propios y ajenos. Además de la convocatoria a sus pares del peronismo e incluso actividades compartidas con ellos, como la del viernes pasado con Sergio Ziliotto, también tuvo gestos con mandatarios de otros signos políticos.
“Este encuentro tiene que ver con ratificar el federalismo, que es una de las políticas de Estado de ese modelo político que consagra la Constitución Nacional y que es una de las aristas que el Gobierno nacional tomó como enemigo”, afirmó Ziliotto días atrás. “Si bien este tipo de convenios siempre son necesarios, hoy contrastan y lucen mucho más porque estamos atravesando una etapa muy complicada, en la que el Gobierno nacional desprecia al federalismo y deserta de sus responsabilidades”, remató Kicillof.
Su foto con el radical Maximiliano Pullaro y Nacho Torres del PRO generaron ruido entre las vertientes peronistas, incluso en la propia provincia de Buenos Aires. Los convenios por los cuales Kicillof llevó patrulleros y ambulancias a esas provincias en comodato encendieron las críticas por las necesidades locales insatisfechas.
Pero, de nuevo, el mensaje contra Milei también es en defensa propia: sus chances presidenciales dependen de su gestión provincial, que al igual que el resto del país, estará marcada por la austeridad y la cantidad limitada de recursos.
La interna sin fin
“Es un error político empezar a discutir internas y listas ahora”, indicaron desde un municipio de La Cámpora a TN. “Están dividiendo al peronismo y falta mucho para 2027″, remarcaron. Desde esa misma intendencia -importante del Conurbano- no confirmaron asistencia al acto en San Vicente.
Sucede también que no es el camporismo el único espacio que mira con recelo al gobernador bonaerense. Sus aspiraciones presidenciales no son bien recibidas en el massismo, que todavía espera una segunda chance del exministro de Economía.
Pero el Frente Renovador dio un paso más este sábado: en un encuentro virtual, los intendentes y diputados provinciales y nacionales decidieron de manera unánime no participar del acto del lunes que encabezará Kicillof.
“No queremos ser rehenes de ningún tironeo interno ni de unos ni de otros”, señalaron desde el massismo a TN. “Creemos que más que actos para escucharnos entre nosotros debe haber un ámbito que ordene nuestra acción frente al daño que produce Milei a la sociedad argentina y a la provincia y sus municipios en particular”, explicaron. Y sentenciaron: “No es momento de disputas internas, sino de ser nítidos frente a la sociedad en el camino alternativo que proponemos”.
Un dirigente de peso del Frente Renovador señaló a TN que más allá de que “hay que resolver cuestiones políticas”, el foco debe pasar por otro lado. “No es momento de internas, sí de construir una alternativa”, agregó.
“La interna es una pérdida de tiempo. Sabemos que hay compañeros disgustados, pero nunca va a salir de Axel algo de ese tipo”, indicaron a este medio desde el entorno de Kicillof.